El gobierno de Ciudad de México anunció en 2007 que construiría 300 kilómetros de senderos para bicicletas, los cuales estarían listos para el 2012. Sin embargo, a la fecha esta promesa no se ha cumplido y tan solo se han habilitado 22.2 kilómetros de los 300 prometidos. Esto, según las organizaciones de ciclismo urbano, se debe a que el gobierno asigna la mayoría del presupuesto de infraestructura de transporte para el motorizado, olvidándose de los ciclistas y peatones.
Ante este panorama, el Instituto de Políticas de Transporte y Desarrollo y la Red Nacional de Ciclismo Urbano, (BiciRed) lanzaron una campaña llamada “5% para bicicletas y peatones” con la cual piden al gobierno asignar por lo menos dicho porcentaje del presupuesto de transporte a la infraestructura no motorizada.
Manos a la obra
Para apoyar y promover la campaña, el pasado 20 de octubre varias organizaciones de ciclismo urbano de ciudad de México decidieron ponerse manos a la obra y comenzaron a demarcar su propio sendero para bicicletas, justo en frente del Congreso de la República. Esto, con el fin de demostrarle a los legisladores el poco tiempo y dinero que requiere crear una infraestructura de calidad para este tipo de transporte limpio, y que solo basta voluntad política. Sin embargo, el sendero desapareció dos días después sin saber quién lo borró.
Al ver lo que pasó, los activistas se enojaron pero decidieron hacerlo de nuevo, aunque mejor, y se pusieron la meta de pintar 5 kilómetros de un sendero que acabaría en el Congreso. Así que emprendieron una campaña para recolectar dinero a través de Fondeadora, un sitio en Internet que recoge fondos públicos, y lograron recoger aproximadamente $1.000 dólares en cuatro días, gracias a la colaboración de 37 donantes.
Con este dinero se compraron los elementos necesarios para pintar los 5 kilómetros de sendero y para construir la
señalización en madera. Se invitó a la ciudadanía a que se uniera y el 6 de noviembre se comenzó a pintar el sendero, a crear los avisos de señalización y a colgarlos en los postes eléctricos. Fue una iniciativa privada que se constituyó en un verdadero trabajo en equipo con la participación de 80 ciudadanos, que escucharon sobre esta campaña en las redes sociales o que se unieron a ella través de sus familiares.
Llega la policía
Cuando llegaron al Congreso y rehicieron el trabajo que les habían borrado anteriormente, llegó la policía. Sin embargo los autores de la campaña les explicaron que estaban haciendo lo que el Gobierno debería haber hecho hace algunos años. La policía partió y los dejaron terminar lo que se propusieron.
Tardaron ocho horas en la demarcación y señalización de los cinco kilómetros y un presupuesto de solo $1000 dólares. Esta fue una lección de cultura y compromiso ciudadano digna de imitar por cualquier ciudad en el mundo. Fue además una valiosa lección a nuestros Gobiernos para demostrarles que solo basta la buena voluntad, y que estas acciones tan beneficiosas para la sociedad y el medioambiente no son costosas y en cambio proporcionan una mayor calidad de vida a los habitantes de las ciudades y una reducción a la polución urbana.
Via: thisbigcity.net/wikilane-how-citizens-built-their-own-bicycle-network/
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