Tal como lo hemos reportado en Vida Más Verde, algunos países europeos han comenzado a cerrar sus plantas de energía nuclear tras la catástrofe ocurrida recientemente en la planta de Fukushima en Japón. Con Alemania a la cabeza, productoras de energía atómica planean cerrar sus puertas en los próximos años, en línea con las recomendaciones de la Unión Europea. Ahora el turno le llega a Francia, país líder en la producción de este tipo de energía, en donde los candidatos a la presidencia han comenzado a cuestionar la seguridad de las plantas del país, provocando un disgusto al actual presidente Nicolas Zarcozy, quien es gran defensor de este tipo de energía. Con esta noticia que reproducimos a continuación, Francia abre el debate sobre una decisión que ciertamente significará grandes cambios en su política energética y es ahora un tema candente dentro del marco de las elecciones que se llevarán a cabo el próximo mes de mayo:
Francia, el país más nuclearizado de Europa, ha reabierto a fondo el debate sobre la energía atómica tras la catástrofe nuclear de Fukushima, desencadenada por el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo en Japón. Los socialistas y los ecologistas, favoritos para las presidenciales de mayo del próximo año, firmaron un pacto electoral que les compromete ante la ciudadanía a cerrar para 2025, 24 de los 58 reactores en servicio, que generan el 75% de la electricidad que consumen los 65 millones de franceses.
Hay que evitar una catástrofe
El IRSN, organismo que reúne a los expertos en protección de la radiación y en seguridad nuclear, reveló que Francia necesita proteger mejor las funciones vitales de todas sus centrales actuales y de la que se construye en Flamanville (Normandía), con el fin de evitar una catástrofe ante un eventual desastre natural. Las pruebas de esfuerzo realizadas tras el accidente de Japón han determinado que será necesaria una gran inversión en mantenimiento y seguridad y varios años de obras.
La noticia no pareció cambiar la opinión del presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien criticó el acuerdo alcanzado por la izquierda y aseguró que no permitirá que se cuestione un sector que calificó como «una baza excepcional» para el país. «Abandonar esta energía o reducir de forma autoritaria su peso en nuestra producción energética sin tener soluciones alternativas (…) significaría daños considerables para la industria francesa», advirtió durante un discurso en el que atacó al candidato socialista, François Hollande, subrayando que todos los presidentes del país han defendido el poder nuclear porque es uno de los sectores punteros.
Las centrales francesas son hoy un modelo para muchos países, que envidian la independencia energética gala (cosa discutible, porque la fisión del átomo de uranio solo genera luz) y una creciente pujanza exportadora que le ha llevado a firmar acuerdos relacionados con el átomo con países como Argelia, Libia, Jordania, Marruecos, Túnez, Emiratos Árabes, China, India y Brasil.
Pero siguiendo el ejemplo de Alemania y de Italia, que han decidido frenar en seco sus programas nucleares (Berlín por decisión de su canciller, Angela Merkel, y Roma tras un referéndum), los Verdes franceses han intentado convencer a los socialistas de que lo mejor sería abandonar del todo esta energía.
Via: http://noticias-ambientales-internacionales.blogspot.com/
Deja un comentario