Desde 2007, la farmacéutica multinacional Novartis desarrolla en Argentina un ambicioso proyecto ecológico para capturar dióxido de carbono a través de la siembra de árboles en un área de 3.400 hectáreas, en Ituzaingó, provincia de Corrientes. En el proyecto se han invertido 11,9 millones de dólares y se espera que para 2012 se logre la captura de 100.000 toneladas de este gas.
Se trata de la primera iniciativa de captura de dióxido de carbono por forestación en Argentina desarrollada bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio del Convenio Marco sobre Cambio Climático de la ONU y el número 20° en el mundo.
Este proyecto de forestación sostenible, conocido como el “Proyecto Santo Domingo” ofrece un triple beneficio: elimina dióxido de carbono de la atmósfera de acuerdo a los lineamientos de Mecanismos de Desarrollo Limpio establecidos por el Protocolo de Kyoto, favorece el desempeño ambiental de Novartis y proporciona mejoras a largo plazo para las comunidades vecinas, mediante la creación de empleo y la generación de productos forestales sostenibles. De esta manera también se contribuye a restablecer ecosistemas naturales y a fomentar la biodiversidad.
Según nos informa el sitio comunicarseweb.com.ar, la forestación comenzó en 2007 y para 2009 ya habían sido plantados más de 3 millones de árboles en 2400 hectáreas, lo que equivale al 70% del área total. Los árboles plantados se integran con un porcentaje importante de especies nativas de la zona, a las que se suman especies exóticas como pinos en sitios no aptos para especies nativas.
Origen y proceso
En 2005, Novartis emprendió un importante proyecto a largo plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La empresa adoptó como propia y en forma voluntaria la meta global de reducción planteada por el Protocolo de Kyoto – que implicaba disminuir para 2012 sus emisiones de GEI, reduciendo en un 5% las emisiones generadas por la empresa en 1990. La meta se elevará al 20% para 2020.
«Estas metas constituyen un desafío: cuando Novartis escogió la ‘meta de Kyoto’ en 2005, su nivel total de emisiones pertinentes ya se encontraba un 25% por encima del nivel de referencia establecido para 1990. A partir de ese año las elevadas tasas de crecimiento de la industria farmacéutica dieron lugar a incrementos en los volúmenes de producción y en las emisiones de gases de efecto invernadero», afirmaron voceros de la empresa.
«A pesar del crecimiento sostenido y gracias a los programas internos de mejoras, Novartis ha logrado reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en términos absolutos desde 2008. Sin embargo, tomando en cuenta la tasa de crecimiento anual promedio de la empresa, que ronda el 10%, resultó necesario adoptar medidas externas adicionales para alcanzar la meta de Kyoto» agregaron.
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