Resulta muy interesante enterarse que los estadios de fútbol también pueden lograr la certificación LEED. Tal es el caso no sólo del estadio de Brasilia, sino de otras ciudades brasileñas.
Se acerca un momento muy importante en la historia deportiva, económica y social de Brasil, pues será la sede del próximo Mundial de Fútbol, en 2014. Para la construcción de los estadios se necesita una enorme cantidad de dinero y el Banco de Desarrollo del Brasil abre una línea de crédito para aquellos estadios que cumplan con requisitos ambientales bien importantes. Y es así que para lograr esta ayuda financiera, los estadios de varias de las ciudades aplicarán para la certificación LEED, la forma más segura de llegar a buen término.
El consorcio responsable por la construcción del Estadio Nacional de Brasilia busca la certificación Leed (Leadership in Energy and Environmental Design) en la categoría máxima, Platinum, suministrado por el instituto americano U.S. Green Building Council. Para ello, la obra debe atender a una serie de requisitos de eficiencia energética, uso racional del agua, materiales y recursos, calidad ambiental interna, espacio sostenible, innovaciones y tecnologías, obteniendo como mínimo 80 puntos de un máximo de 100.
Al principio, seguir con rigor los estándares puede encarecer hasta un 5% la construcción. A largo plazo, sin embargo, los costos de manutención y operación caen drásticamente. El antiguo estadio Mané Garrincha tendrá una reducción del costo operacional de hasta R$ 7 millones por año, según la oficina responsable del proyecto brasileño.
“La idea central es usar ese megaevento deportivo para transformar la ciudad, creando un legado sostenible”, destaca Vicente Castro Mello, socio de la Castro Mello Arquitectos, responsable del proyecto de la nueva arena de la capital federal. Cuando esté totalmente listo (diciembre del 2012), el estadio deberá pasar por la auditoría del US Green Building Council (USGBC), que va a evaluar si la arena está realmente apta para llevar el certificado Platinum. “Las posibilidades de que el estadio consiga el sello máximo son altas, pero es necesario precisión en la ejecución de las obras”, evalúa Marcos Casado, gerente técnico del GBC Brasil, brazo nacional del instituto americano. “La ventaja es que la sostenibilidad hace parte de la concepción del proyecto de Brasilia, lo que vuelve al objetivo más fácil de ser alcanzado”, resalta.
Las arenas de Belo Horizonte, Cuiabá, Fortaleza, Manaus, Natal, Recife, Río de Janeiro y Salvador también ya entraron con el pedido y anhelan la certificación básica del Leed, que exige el cumplimiento de 50 puntos. El sello es condición para recibir financiamiento del Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES), que tiene una línea de créditos especial para estadios ecológicos.
Fuente: Portal de la Copa Brasil 2014
Foto: copadelmundofutbol.com.ar
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