El Reino Unido ha lanzado un ambicioso plan para promover la rehabilitación de 14 millones de viviendas con el fin de aumentar su eficiencia energética hacia principios de la década de 2020. El “Green Deal”, o Pacto Verde, es un compromiso de este país en su misión de reducción de emisiones de carbono, respondiendo a las metas impuestas por la Unión Europea.
Este será el mayor programa de rehabilitación urbana desde la segunda guerra mundial en el Reino Unido, y se centra en un área considerada por muchos como la más económica y fácil de abordar para combatir el cambio climático. De las emisiones de carbono que produce el Reino Unido, el 29% provienen de los hogares.
El “Green Deal” busca incentivar a los ciudadanos británicos para que mejoren el aislamiento de sus hogares, y como consecuencia, tendrán viviendas más cálidas. Este programa, además de contribuir a la causa medioambiental, hará frente también al problema de los altos costos de combustible en este país siendo de difícil adquisición para algunas familias y causando más de 25.000 muertes al año durante el invierno.
Retorno de la inversión
Con este Pacto, los propietarios de viviendas recibirán un préstamo para realizar trabajos de aislamiento en sus viviendas y otras adecuaciones que las harán más eficientes energéticamente. Para incentivar a los ciudadanos a tomar parte del “Green Deal”, el Gobierno británico asegura que el ahorro de dinero que se obtendrá por estas medidas, será más grande que los pagos del préstamo. Es decir, que la inversión de los trabajos será compensada una vez comiencen a llegar cuentas más bajas de electricidad y gas.
Como es de esperarse, el anuncio del “Green Deal” ha creado reacciones y preocupación generalizada entre empresas, grupos de consumidores, defensores del medio ambiente y políticos de la oposición en Gran Bretaña. Lograr que los propietarios de viviendas adopten las medidas de ahorro de energía sugeridas por el gobierno, será notoriamente difícil, incluso con el incentivo de 150 libras esterlinas que podría ser ofrecido por el gobierno, ya que algunos temen que esto no sea suficiente.
La tasa de interés que se cobrará sobre el préstamo para realizar los trabajos de aislamiento será clave, pues juega un papel importante en el retorno a la inversión. El gobierno se encuentra en la búsqueda de una empresa que tome las riendas en la agrupación de los préstamos, que reduciría la tasa de interés, pero se carece de financiamiento inicial.
Las viviendas del Reino Unido que llevan varias décadas de construidas, son mucho menos eficientes que sus homólogas europeas. Por ejemplo, las facturas de energía para los hogares noruegos son más bajas que en el Reino Unido. Y la causa es que en Gran Bretaña, 10 millones (43%) de techos carecen de revestimiento, o fueron mal revestidos, y 8 millones de viviendas tienen paredes que aún no han sido aisladas.
Según analistas británicos, un gran esfuerzo se tendrá que hacer para comunicar y “vender” los beneficios que traerá el “Green Deal”, que aunque es fácil de entender, es engañoso hablar de éste como un programa gratuito. Si es cierto que los consumidores no se enfrentarán a los costos iniciales, tendrán que pagar los gastos en su totalidad, con intereses.
La compañía Which?, encargada del proyecto, quiere que este pacto sea todo un éxito. Pero a menos que se ofrezca una buena oferta por medio de una compañía confiable, que sea fácil de entender y de asumir, no habrá suficientes personas que se inscriban.
Fuente: www.guardian.co.uk/environment/2011/nov/23/green-deal-energy-efficiency-homes
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