El mundo de la publicidad, el deseo de tener siempre lo último en tecnología y estar a la moda nos obligan a estar cambiando constantemente cosas que ni siquiera están viejas. Los celulares son un ejemplo de esta necesidad de renovación continua.
Pero hay que tener en cuenta que la elaboración de estos aparatos requirió un gasto de energía muy grande, materias primas costosas y contaminantes y componentes como los policarbonatos, plásticos que se degradan muy lentamente.
Dos de los materiales costosos que se utilizan son el oro y el coltán y, se dice que el reciclar los celulares para la extracción de estos componentes puede ser una forma de minería urbana que aporta dinero y hace menos daño al medio ambiente.
Las baterías están hechas con cadmio y mercurio, dos minerales de gran toxicidad que cuando la pila está vieja y dañada, se desprenden y pueden ir a la atmósfera, al suelo y al agua de los vertederos que llega a ríos superficiales y subterráneos, afectando el ciclo del agua y entrando a la cadena alimenticia.
En la web de la revista Muy Interesante, encontrarás una aplicación Flash excelente, donde explican sobre cada uno de los componentes de los teléfonos móviles. Vida + Verde te invita a visitarla y reflexionar al respecto.
Lo ideal sería no cambiar muy frecuentemente el móvil, pero si lo haces, analiza antes los problemas que puede traer desecharlo . Es mejor reciclarlo.
Existen recipientes en los puestos de atención al cliente de los operadores y vendedores de celulares donde se recolectan, no solamente los aparatos, sino sus distintos componentes, como baterías y cargadores.
Foto: suffolkbikes.bostonbiker.org