Un total de 285 de inversionistas del mundo empresarial con un patrimonio de más de USD 20 trillones de dólares, redactaron una declaración en la que piden a los gobiernos adoptar medidas serias y responsables tendientes a evitar el cambio climático.
En la Declaración, los empresarios subrayan que debido al Cambio Climático se están presentando grandes riesgos a largo plazo en la economía global y por tanto en las inversiones. Así mismo aseguran que una política bien diseñada sobre el uso de energías limpias no solo presentará grandes oportunidades para los sectores energéticos, sino que creará nuevos empleos y oportunidades estimulando tecnologías innovadoras y creará fuertes cimientos para un crecimiento sostenible de la economía mundial.
Vale aclarar que en el Acuerdo de Cancún en 2010, los gobiernos acordaron reducir los gases de efecto invernadero hasta evitar que la temperatura aumente menos de 2 grados Celsius. Sin embargo para lograr esta meta, se requiere de una masiva inversión en energías bajas en emisiones de CO2 (Dióxido de Carbono). Sin embargo, los esfuerzos gubernamentales no parecen suficientes para hacer esto posible. En 2010, la Agencia Internacional de Energía anunció que se requieren US$500 billones anuales de inversiones en energías limpias (adicionales a las inversiones que ya se han hecho) entre los años 2010 y 2035.
Acciones concretas a seguir
En la “Declaración Global de Inversionistas 2011 sobre Cambio Climático 2”, las empresas firmantes recomiendan a los gobiernos realizar las siguientes acciones con el fin de atraer la inversión del sector privado:
1. Asegurar que existan políticas eficaces, integrando el cambio climático con un marco de políticas de energía limpia, las cuales deben incluir, entre otros puntos, las siguientes acciones:
• Crear metas a corto, mediano y largo plazo en el recorte de emisiones de gases de efecto invernadero con mecanismos legales y plazos para la entrega de estos objetivos.
• Diseñar políticas para frenar el cambio climático que aceleren la eficiencia energética y estimulen proyectos de energía limpia, la construcción de edificios verdes, la fabricación de vehículos y combustibles limpios y una infraestructura de transporte baja emisiones de carbono.
• Establecer políticas integrales dirigidas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de fuentes distintas a la energía, atacando por ejemplo, la producción de residuos, las emisiones industriales, la deforestación y promoviendo un cambio de uso del suelo.
• Crear políticas de apoyo a la inversión en generación y distribución de energía renovable.
• Incentivos financieros y recompensas en favor de acciones que promuevan la disminución de emisiones de carbono. Una acción fundamental es la eliminación de subsidios a los combustibles fósiles.
• Alentar a las empresas a publicar el uso de materiales que contribuyen al riesgo de cambio climático.
2. Asegurar que las políticas estén bien diseñadas. La experiencia con inversiones en energía renovable y eficiencia energética sugiere que la inversión para contrarrestar el cambio climático y estimular una política de energía limpia debe:
• Proporcionar incentivos adecuados para invertir. La política tiene que reconocer que la inversión en áreas como las energías renovables y la eficiencia energética no están libres de riesgo, y por lo tanto tiene que ser diseñada para permitir a los inversores una rentabilidad adecuada en relación con los riesgos que están tomando.
• Ser transparente. Es decir, debe quedar claro cómo se ha diseñado e implementado la política (o cómo se va a utilizar en el caso de una nueva legislación). Esta política debe tener una duración adecuada. Los inversores, en particular aquellos que hacen grandes inversiones en áreas como la infraestructura y la generación de energía, necesitan una certidumbre política a largo plazo. Si los instrumentos de política tienen un horizonte a corto plazo o existe la probabilidad de que los futuros gobiernos cambien considerable en el marco de la política, los inversores tienden a invertir en otros lugares.
3. Asegurarse de la eficacia de las instituciones encargadas de la aplicación de estas políticas. En particular, los organismos reguladores o de supervisión deben contar con los recursos adecuados y tener la capacidad y autoridad para asegurar que el cambio climático y las políticas relacionadas con la energía se apliquen efectivamente.
Conclusión
El grado de inversión en el cambio climático y en la política de energías limpias proporcionará importantes beneficios económicos a nivel mundial. Los países que han tenido éxito en atraer capital privado en industrias bajas en emisiones de carbono, disfrutarán de múltiples beneficios, incluyendo nuevos empleos, nuevos negocios, nuevas investigaciones, innovación tecnológica, sistemas de energía más resistente y serán, en última instancia, las economías más sostenibles.
La inversión privada puede y debe desempeñar un papel fundamental en el tratamiento de los riesgos y oportunidades que plantea el cambio climático. Sin embargo, la inversión del sector privado sólo fluirá si es apoyada por marcos normativos claros, creíbles y de largo plazo nacional e internacional.
Si deseas leer la declaración completa y las empresas involucradas en este documento, haz clic en el siguiente enlace:
investorsonclimatechange.com/wp-content/uploads/2011/09/2011-Investor-Global-Statement.pdf
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