Puerto Rico está aplicando una estrategia integral para hacer frente a los altos costos y el daño ambiental causado por la quema de petróleo. Las nuevas leyes de reforma energética firmadas por el Gobernador de dicho país en 2010, ofrecen incentivos para el desarrollo de energías alternativas, y comprometen al Gobierno en metas ambiciosas para el crecimiento de las energías renovables.
«Hemos adoptado una Reforma Energética que nos ayudará a reducir nuestra excesiva dependencia de un petróleo caro y que daña el medio ambiente, a favor de las más limpias, más seguras y saludables fuentes alternativas, como el gas natural y las energías renovables, como la solar y la eólica», afirmó recientemente el Gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño.
La energía renovable representa a largo plazo el futuro de la energía en Puerto Rico. Sin embargo no va a proporcionar importantes ahorros a corto plazo porque estas tecnologías continúan siendo costosas y tardan años en desplegarse en su máxima capacidad.
Es por esto que en el corto plazo, Puerto Rico se encuentra en la transición del petróleo al gas natural, el cual es más limpio, más seguro y más barato.
La Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (AEE) tiene a su cargo el diseño y construcción del proyecto Vía Verde el cual busca reeducir las emisiones de carbono en un 64% y las emisiones de efecto invernadero en un 30%.
Para las autoridades de Puerto Rico, la dependencia extrema de este país del petróleo deja a las familias y las empresas vulnerables a la subida de los precios mundiales. En cambio, el costo del gas natural está en su nivel más bajo en nueve años. Los esfuerzos de diversificación energética de la AEE, incluyendo la transición a gas natural, ahorrará a las personas y empresas de Puerto Rico hasta $ 1 mil millón de dólares al año.
Fuente: www.aeepr.com/ViaVerde/DIAP/Cap5.pdf
Foto: Flickr by fortherock
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