La energía solar fotovoltaica es un tipo de electricidad renovable obtenida directamente de los rayos del sol, que se ha hecho cada vez más popular entre los países desarrollados, en especial los de la Unión Europea. En este artículo publicado por Sustentator.com, nos cuentan los logros que se han obtenido con este tipo de energía y cómo, gracias su gran demanda, los precios son cada vez más asequibles:
La Comisión Europea ha difundido un informe que refleja que la energía fotovoltaica ha alcanzado un volumen de producción mundial de 23,5 gigavatios (GW), 500 veces más que en el año 1990. Este aumento hace que la energía fotovoltaica sea una de las industrias que más crece en la actualidad. El informe, elaborado por el Instituto de Energía y Transporte (IET), resume y evalúa los resultados de una encuesta realizada a más de 300 empresas en todo el mundo.
Según refleja el documento, con una capacidad de más de 29 GW, la Unión Europea es líder en instalaciones fotovoltaicas. De hecho, a finales de 2010, las instalaciones fotovoltaicas europeas proporcionaban más del 70 por ciento del total de la capacidad mundial de generación de energía solar fotovoltaica.
El panorama de la industria fotovoltaica ha cambiado drásticamente en los últimos años. China se ha convertido en el principal centro de fabricación de células y módulos solares, seguido por Taiwán, Alemania y Japón. Entre los mayores fabricantes del mundo, sólo cuatro tienen instalaciones de producción en Europa: First Solar (EEUU, Alemania, Malasia, Vietnam), Q-Cells (Alemania y Malasia), REC (Noruega y Singapur) y SolarWorld (Alemania y EEUU).
El informe también pone de manifiesto que los precios de los módulos solares han experimentado una reducción dramática de casi un 50 por ciento en los últimos tres años. Los analistas predicen que las inversiones en tecnología fotovoltaica podrían duplicarse de 35-40 millones de euros en 2010 a más de 70 millones en 2015, mientras que esperan que los precios para los consumidores sigan disminuyendo.
A pesar de las dificultades económicas vigentes, el número de programas de implantación de plantas fotovoltaicas en el mercado sigue aumentando en todo el mundo. Las tecnologías actuales de células solares están bien establecidas, con suficiente eficiencia y capacidad de producción para que su vida útil se prolongue al menos durante 25 años de vida. Su actual fiabilidad, además de los riesgos existentes de interrupciones de suministro eléctrico a causa de sobrecargas en la red, el aumento de los precios de la electricidad de fuentes convencionales de energía y la presión para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, indican que la demanda de sistemas solares continuará al alza en el futuro.
Para leer el artículo original haga cli en el siguiente enlace: