La COP 17 de Naciones Unidas sobre Cambio Climático debatió desde el 28 de noviembre hasta el viernes 9 de diciembre, sobre cómo luchar contra el calentamiento global al vencer en diciembre de 2012 el primer periodo de implementación del Protocolo de Kioto, para lo que se estudian varias opciones.
Las negociaciones no fueron nada fáciles. Por un lado, Canadá renunció a firmar nuevamente el Protocolo, aduciendo que no le parece justo que países como China e India, bajo la premisa de no ser países desarrollados, no estén en el Protocolo, y que Estados Unidos, uno de los grandes emisores no lo haya ratificado.
China, que es el país que más emisiones produce, lideró, acompañada de India y Brasil y apoyada por otros países, la posibilidad de entrar en el Protocolo después de 2020, pues de otra manera su crecimiento económico se frenaría.
Así las cosas, el día en que terminaba el COP 17, el ambiente se calentó con la aparición de un documento que promueve que el siguiente acuerdo legal vinculante para reducir emisiones de gases contaminantes se concrete después de 2020.
De momento, el documento no recibe aprobaciones ni consenso para poder llegar en pleno a la conferencia con la que el pasado viernes se debería cerrar la COP 17.
No todo fue negativo
Uno de los resultados positivos fue el acuerdo de todos los países de activar el Fondo Verde para el Clima (FVC), un instrumento que deberá gestionar 100 mil millones de dólares anuales comprometidos por las economías industrializadas, con los que a partir de 2020 se deberá ayudar a los países más pobres a adaptar mejor sus economías a la tecnología «verde».
A pesar de su posición, el Gobierno de Canadá, a través de su Ministro de Medio Ambiente, comunicó que invertirá muy pronto un total de mil millones de dólares como parte de este plan internacional para apoyar a los países pobres en sus esfuerzos frente al cambio climático.
Colombia, fue muy insistente en que todos los países deben tener estrategias para reducir las emisiones. En el caso de los países latinoamericanos, el índice de GEI es bajo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que aunque no son aportantes de altas emisiones, a excepción de Brasil, sí se están reduciendo los bosques, principales consumidores de CO2. Por esta razón el Ministro de Medio Ambiente de Colombia presentó los planes formulados que tiene este país para enfrentar la problemática: Estrategia de Desarrollo Bajo en Carbono que incluye beneficios ambientales sociales y de competitividad para la industria y la Estrategia Nacional de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación.
El Grupo de países Insulares fue muy enfático también en tomar medidas efectivas, sobretodo por parte de los países desarrollados. Para ellos el tema es de mucho impacto, pues debido al cambio climático son más susceptibles a consecuencias catastróficas por su posición geográfica.
EU sigue comprometida
La Unión Europea sigue respaldando el Protocolo estableciendo cada año más estrategias para controlar las emisiones. Considera muy desacertado por parte de Estados Unidos el insistir en no ratificar el Protocolo.
Hasta el sábado 10 no se había llegado a un acuerdo de cómo se enfrentará el cambio climático a partir de 2012, año en que se termina el Protocolo. A pesar de que la mayoría de representantes del mundo regresaron el sábado a sus países, seguían reunidos los delegados de China, India, Brasil y otros.
Existe un consenso general, apoyado por los grupos de sociedad civil, en la necesidad de un segundo periodo del Protocolo.
El próximo año se reunirá el COP en Qatar, no hay mucho optimismo….
Tomado de: The Chronical Herlad.com; La Jornada.unam.mx.; Min Ambiente Colombia
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