El ser humano por muchos años se ha beneficiado de los recursos naturales y ha deteriorado la calidad ambiental del mundo con sus actividades muchas veces desmedidas, y son muchas las compañías a nivel mundial que luchan por ser más sostenibles, ya que sus acciones muchas veces se ven dirigidas a estos tres objetivos: creación de reservas naturales, el cuidado de la capa de ozono y la búsqueda de fuentes de energía renovables.
Pero estos 17 consejos que traemos, son fácil de aplicar, y nos ayudarán a contribuir desde nuestros hogares a mejorar el medio ambiente:
1. Antes de comprar un producto pregúntate si realmente lo necesitas. Cualquier consumo innecesario es en esencia antiecológico.
2. Sé crítico con la publicidad. Mira las cualidades de los productos, no los sueños que te venden en la publicidad muchas veces engañosa.
3. Antes de tirar cualquier cosa a la basura, piensa si se puede reutilizar, reciclar o reparar, o si puede ser útil para otra persona.
4. Evita las latas de refrescos: se fabrican con metales como el hierro, el estaño y el aluminio, cuya extracción es muy costosa y son minerales que debemos ahorrar.
5. Conecta los aparatos a la red siempre que esto sea posible, mas bien que usar baterías. Si te es imprescindible usar pilas (nunca tires las usadas a la basura), procura que sean recargables.
6. Desconecta los aparatos eléctricos de la red cuando no están funcionando. Algunos aparatos (como los televisores) siguen gastando hasta un 33% de la energía.
7. Las bombillas de bajo consumo son más caras que las normales, pero duran hasta 8 veces más y consumen la quinta parte de energía para dar la misma cantidad de luz, con lo cual se termina ahorrando energía y dinero.
8. Evita los aerosoles. Contienen CFCs, causantes de la destrucción de la capa de ozono, u otros gases que también contribuyen al efecto invernadero. Los pulverizadores son una buena alternativa y son recargables.
9. Evita usar productos agresivos: limpiahornos, lejía, etc., que impiden los procesos biológicos de depuración del agua. Nunca tires productos tóxicos, pintura o aceite de cocinar al desagüe.
10. Para ahorrar agua, instala un sistema de doble descarga en el inodoro, ya que vaciar la cisterna entera supone gastar de 10 a litros. Repara los grifos que gotean. Una gota por segundo son 30 litros al día.
11. Rechaza los alimentos envasados en bandejas de poliestireno expandido (corcho blanco). Los productos no son mejores porque vengan envueltos en plástico.
12. Guarda los alimentos en la clásica fiambrera o tarros de cristal en lugar de envolverlos o taparlos con película de plástico o aluminio.
13. Aprovecha bien el papel: úsalo por las dos caras, utilízalo reciclado y envíalo después a reciclar. Rechaza el papel blanqueado con cloro.
14. Si te es imprescindible usar el coche para acudir al trabajo, compártelo con otros compañeros o vecinos. En el tiempo o las vacaciones, no recurras siempre al coche, explora otras posibilidades de viajar o hacer excursiones en transporte público.
15. En verano no abuses del aire acondicionado, que también puede liberar CFCs.
16. Evita los productos con PVC. Producen furanos y dioxinas cuando son incinerados.
17. Si te ha caducado algún medicamento, no lo tires a la basura ni al inodoro. Llévalo a los hospitales o centros de atención dotados para manejar esto sobrantes y deben hacerse cargo de él.
Fuente: natura-medioambiental.com