Día a día, vemos cómo aumentan los problemas ambientales alrededor de todo el planeta Tierra. Muchos de ellos son desastres, es decir situaciones causadas por la actividad del Hombre con efectos que resultan seriamente negativos para las mismas poblaciones humanas.
Cuando se habla de desastres ambientales, es porque el factor humano está involucrado en las consecuencias y, por lo tanto habrá repercusiones tanto económicas como sociales y, por supuesto, ecológicas. Puede haber desastres originados por la Naturaleza, como las explosiones volcánicas, las olas invernales, los terremotos, tsunamis, huracanes, etc. Pero estos son temas que hay que saber analizarlos, muchos de ellos se dan por el alto riesgo que corren las comunidades humanas al vivir en un lugar inadecuado o al manejar inapropiadamente una cuenca, por ejemplo
En la mayoría de los casos, los desastres ambientales se deben a errores humanos: accidentes, falta de previsión, ahorros en procesos industriales, recortes de presupuesto o simplemente incompetencia, negligencia o corrupción.
Uno de los ejemplos más recientes en este tema es la explosión del Pozo Macondo, situado en el Golfo de México, en abril de 2010. La BP (British Petroleum) había emprendido un programa de exploración de petróleo en alta mar a una profundidad 1.500 metros (¡!!) a 60 km de la costa de Louisiana. El desastre causó el incendio de la Plataforma Deepwater Horizon y la muerte de 11 trabajadores. Durante 3 meses estuvo saliendo el vertido hasta que el 15 de julio de ese año se logró controlar. Pero muy tarde, pues ya las consecuencias eran irreversibles. Miles de km2 se vieron afectados. Una zona de alto turismo y pesca se encontró en completa recesión. Animales marinos de todas las especies sufrieron las consecuencias. La cadena alimenticia se vio afectada así como los ecosistemas de manglar y todos los relacionados con esta zona. Hoy en día todavía es imposible cuantificar los daños, pero sí se sabe que fue peor que el hundimiento del barco petrolero Exxon Valdés.
En Estados Unidos sucedió hacia 1930, un desastre ambiental muy severo, conocido como el Dust Bowl, debido a un manejo equivocado de los recursos por parte de los agricultores, mezclado con un fenómeno natural de prolongada sequía. Los fértiles suelos de las planicies centrales, desde Texas hasta Minnesota y parte de Canadá, parecían ideales para la agricultura pero la labranza intensiva y la falta de rotación de cultivos, debilitó la estructura de los suelos. Siguieron años de largas sequías, vientos fuertes que erosionaron la capa vegetal y casi 400.000 km2 de tierras que alguna vez habían sido fértiles, se convirtieron en desiertos, llevando la pobreza y el desplazamiento a miles de personas que aumentaron las graves consecuencias de la Gran Depresión.
Otro desastre agrícola fue en la China comunista en 1958 cuando Mao Tse Tung decretó la eliminación de los gorriones, pues se comían las semillas de los cereales, afectando la labor y la economía de los campesinos. La campaña fue exitosa principalmente para las langostas, plagas de insectos que llegan por millares a comerse los cultivos. Encontraron la zona despejada y arrasaron con todas las siembras. Los gorriones eran el control biológico natural. Los cultivos fueron diezmados, dando lugar a una hambruna que provocó la muerte de 38 millones de personas.
La introducción de especies exóticas puede ser tan desastrosa como la eliminación de las especies nativas. Este fue el caso en Australia, en 1859, cuando 12 conejos salvajes importados de Inglaterra fueron puestos en libertad para servir como piezas de caza. Con el tiempo se multiplicaron y se estima que, incluso después de grandes esfuerzos para su control, las poblaciones de conejos de Australia todavía están entre los 200 y 300 millones de individuos. Además de ser responsables de la pérdida de grandes extensiones de cultivos agrícolas y pastos, los conejos son sospechosos de ser el factor más importante en la pérdida de especies conocidas en Australia, matando los árboles jóvenes por el consumo de la corteza en la base del tronco, además son responsables de la erosión ya que se alimentan de plantas nativas, dejando expuesta la superficie del suelo.
En junio de 1918 un buque de vapor encalló en una isla del Pacífico: Las ratas negras que vivían en el barco escaparon y llegaron a tierra. Las especies invasoras, generalmente, logran adaptarse muy bien al lugar donde llegan y ésta no fue la excepción. Las ratas provocaron la extinción de varias de las aves endémicas de la isla y de otros animales. También atacaron los cultivos de los isleños, sobre todo las semillas de la palma Kentia, que era un producto de exportación de los isleños. En un esfuerzo por controlar a las ratas, se introdujeron los búhos enmascarados, lo cual agravó el desastre ambiental. El búho, que es un depredador, se alimentaba de los polluelos de las aves marinas, reduciendo o desapareciendo sus poblaciones.
La contaminación industrial ha sido la causa de varios desastres ambientales, tantos que es imposible mencionarlos a todos. Uno de los más graves fue el desastre de Bhopal de diciembre de 1984, cuando falló una válvula de un depósito de almacenamiento de la planta de Union Carbide India Ltd., y se produjo la fuga de una sustancia altamente tóxica, el isocianato de metilo. Como consecuencia, murieron al menos 22.000 personas y resultaron diversas enfermedades genéticas que continuarán por generaciones. Las principales causas de este desastre fueron la negligencia, la corrupción y el total desprecio de las normas de seguridad.
Como estos, hay muchísimos ejemplos que suceden día a día en todo el planeta, algunos con consecuencias más dramáticas que otros. Pero el denominador común es el error humano (con o sin intención).
La revista Time publicó en 2010, a raíz de la explosión del pozo de petróleo Macondo en el Golfo de México, los 10 peores desastres ambientales sin incluir el de este derrame de petróleo, ni el desastre de la planta nuclear de Fukushima en el Japón como consecuencia del terremoto en marzo de 2011. Te invitamos a leerlos: Time.com
Tomado de: Earth times.org