China ha amenazado con «tomar medidas» para defenderse del plan de emisiones que grava las emisiones contaminantes de las aerolíneas que operan vuelos hacia y desde Europa desde el pasado 1 de enero. Esta medida ha sido tachada de «obligatoria y unilateral” por el Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país.
Las críticas de China arrancaron después de que el Tribunal de Justicia europeo diera la razón a Bruselas ante las críticas y la oposición presentadas por EE.UU y Canadá con motivo de este tipo de gravamen impositivo.
Asimismo, la Asociación de Transporte Aéreo de China ha instado a las aerolíneas chinas a no respetar tal normativa, alegando que les costará 96,7 millones de euros durante el primer año, suma que se triplicará para 2020.
Los límites a las emisiones los han rechazado también líderes de un grupo de 26 países que se ha posicionado en contra de las restricciones europeas. Estos Gobiernos sostienen que la UE está excediendo su jurisdicción legal por calcular el costo de las emisiones durante todo el vuelo, y no solo cuando sobrevuela cielo europeo.
Por su parte, la Comisión Europea asegura que «el plan es necesario para hacer frente a crecientes emisiones de la aviación y forma parte de la lucha mundial contra el cambio climático».
Derechos de contaminación
Según este plan, todas las compañías aéreas que vuelen desde y hacia los 27 países de la UE serán sometidos al régimen de comercio de emisiones y tendrán la obligación de pagar un 15% por «derechos de contaminación» durante 2012 que se incrementará al 18% de 2013 a 2020.
La Organización Internacional de Aviación Civil Internacional (OACI) ha intentado encontrar una solución a este problema después de que se opusiera al plan presentado por la UE el año pasado en Montreal.
100 euros de multa por tonelada de CO2
De acuerdo con la legislación europea, todas las aerolíneas que utilicen los aeródromos europeos serán gravadas con un impuesto contenido en el Plan de Emisiones por el Comercio.
Las sanciones rondan los 100 euros por tonelada de dióxido de carbono emitida para aquellas compañías aéreas que no quieran hacer frente a dicho impuesto. En caso de una reiterada desobediencia de la norma, la UE tiene la potestad de prohibir que tales aerolíneas operen en los aeropuertos europeos.
Fuentes: www.europapress.es/ y ECOticias.com – ep
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