Continental, uno de los principales fabricantes europeos de neumáticos, sistemas de frenos y otras piezas para la industria automotriz y de transporte, ha fabricado un prototipo eléctrico sobre la base de un Renault Mégane de cinco puertas.
El motor utilizado es el mismo que usa el Renault Fluence Z.E de serie, un propulsor eléctrico de excitación externa que no utiliza metales “extraños” en su parte magnética, lo que abarata su costo de construcción. Continental es actualmente el único fabricante de este tipo de motores eléctricos “económicos”.
Todo este proceso mecánico es lo que le permite a este vehículo alcanzar los 100 km/h en 11,9 segundos.
La pequeña batería de ión-litio de 18 Kwh va situada bajo el suelo del Renault Mégane eléctrico, proporcionando una autonomía máxima de 150 km en ciudad, entorno habitual para este tipo de vehículo.
Puede cargarse completamente en dos horas y media gracias al cargador de 10 kWh que lleva el propio coche. Esta batería incluye sistemas de control, seguridad y un sistema de refrigeración líquida.
El desarrollo de este prototipo llevó aproximadamente 6 meses, tiempo en el que se han recorrido más de 10.000 km en pruebas, según el fabricante europeo.
Innovación y desempeño
Dentro de las innovaciones que han desarrollado en Continental está el acelerador especial llamado “AFFP” (Accelerator Force Feedback Pedal), que varía en su dureza automáticamente según el nivel de carga de la batería. Esto se explica que mientras menos carga tenga la batería, más duro estará el pedal, para así conseguir una conducción más eficiente.
Este sistema bastante innovador, es una primicia mundial que podría pasar a los eléctricos de serie.
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