Curitiba es la séptima ciudad en tamaño y la más verde de las capitales del Brasil; fue catalogada por la revista Selecciones como uno de los mejores lugares para vivir en este gran país. Frecuentemente sirve de ejemplo por sus enormes esfuerzos en el tema de conservación y sostenibilidad.
Tiempo atrás, en la década de los 70, la ciudad comenzó a desarrollar un plan urbano a largo plazo, con el fin de adaptarse a un futuro crecimiento, fomentando los espacios verdes y un ambiente limpio. El transporte público se dividió de manera eficiente en círculos concéntricos dentro de los corredores comerciales.
El caso de Curitiba ha sido bien interesante desde el comienzo, puesto que sus habitantes se han preocupado siempre por la contaminación del aire, los problemas de movilidad, el agua sucia y las basuras, de tal forma, que las autoridades se han visto presionadas para innovar y lograr así un lugar más verde, más limpio y más amable para vivir.
La calidad del ambiente es, cada vez más, un elemento importante para atraer visitantes que no sólo son turistas, sino del mundo de los negocios y las inversiones.
Curitiba cuenta con un promedio de 52 m2 de espacios verdes por persona. Se han sembrado más de 1,5 millones de árboles a lo largo de las vías de la ciudad y existe una red de 28 parques y bosques. Cerca de 2,3 millones de personas utilizan, diariamente, el sistema de transporte público que es bastante económico y rápido y ha servido como modelo eficiente para otras ciudades como Bogotá y los Ángeles.
El 90% de los habitantes reciclan dos tercios de sus desechos, y la ciudad ha inventado un sistema de trueque que permite cambiar basura por tokens de tránsito o productos frescos. Esto ha hecho que la basura se minimice muchísimo, inclusive en zonas muy deprimidas de la ciudad.
El ex alcalde Jaime Lerner comenta «No hay tarea más noble que el intento de alcanzar un sueño colectivo. Cuando una ciudad acepta como un mandato mejorar su calidad de vida; cuando respeta a las personas que viven en ella y respeta su entorno; cuando se prepara para las futuras generaciones, las personas comparten la responsabilidad de ese mandato, y esto permite lograr ese sueño colectivo”.
Según los expertos en innovación verde, Curitiba no sólo ha trabajado por ser una ciudad bonita, sino eficiente y eso le ha merecido ser modelo de desarrollo verde para muchas ciudades del mundo.
Tomado de : globe-net.com; ecomagination.com; europa.eu/environment