Tal como lo informó Vida más Verde en la primera parte de la entrevista al arquitecto Diego Fernando Uribe, el Hospital San Vicente de Paúl acaba de inaugurar su nueva sede en el municipio de Rionegro (municipio del Departamento de Antioquia en Colombia) convirtiéndose en el primer hospital VERDE de Latinoamérica. En esta segunda entrega, el arquiteto Uribe nos contará sobre las características que hacen de este proyecto un candidato para adquirir la exigente certificación LEED, otorgada por la USGBC, máxima autoridad de la construcción verde en Estados Unidos.
Vale recordar que este nuevo Hospital se construyó en una zona rural cercana al aeropuerto José María Córdova, a media hora de Medellín, creando un impacto al ambioambiente que no ha sido ignorado por los constructores. Por lo tanto, desde la etapa del diseño se tuvieron en cuenta acciones para reducir al máximo la huella de carbono y urbanística dejada por la nueva construcción.
VMV: Cuál es el costo de todo el proyecto (1ra y 2da etapa)?
DFU: El costo total de la primera etapa incluyendo infraestructura y dotación fue de $125 millones de dólares, y para la terminación de la segunda etapa se tienen estipulado un costo de $100 millones de dólares.
VMV: Sabemos que para obtener el sello LEED se deben cumplir con requisitos muy específicos de sostenibilidad en la construcción. Uno de ellos es la correcta selección del sitio de la obra y la reducción al máximo de su impacto negativo sobre el medioambiente. En este sentido, qué logró el nuevo Hospital?
DFU: Fue básico poder controlar la erosión y la sedimentación desde el proceso inicial de construcción. Con el fin de reducir los impactos negativos en las fuentes de aguas y en la calidad del aire, se tomaron medidas como:
- Conservación de 15 mil metros cuadrados de áreas naturales existentes y protección del bosque nativo en el retiro de la quebrada y de los nacimientos de agua, manteniéndolos como hábitats que promueven la diversidad.
- Integración del edificio en el lugar adecuado y su volumetría a la topografía del terreno.
- El material retirado para las adecuaciones del terreno y las fundaciones está siendo reutilizado para la reparación de un daño ambiental generado por unas extracciones de áridos en la ribera del Rio Negro.
- Conservación y reutilización de las edificaciones existentes en el terreno (antigua casa de una hacienda y auxiliares) evitando generar daño ambiental con material y escombros.
- Minimización de las superficies exteriores pavimentadas: El paisajismo exterior fue diseñado para reducir el efecto de isla de calor. Los parqueaderos cuentan con pisos permeables que permiten la filtración del agua directamente en el suelo.
- Uso de xerojardinería y siembra de especies autóctonas de la región, con el fin de crear jardines más sostenibles
- Habrá equipamientos para parqueo de bicicletas y se fomentará el uso de la misma, pues la topografía de la zona lo permite.
- Habrá un 10% de las plazas de parqueo dedicadas al transporte sostenible, es decir, vehículos a gas o vehículos con cuatro o más ocupantes.
- Minimización de la iluminación exterior, reduciendo la contaminación lumínica.
VMV: Una edificación no puede llamarse sostenible sin tener en cuenta medidas para el ahorro en el consumo de agua potable. ¿Qué acciones se emprendieron para minimizar su uso?
DFU: Se propuso reducir los consumos interiores con la adecuación de griferías de alta eficiencia tanto en los cabezales de las duchas, como con grifos regulables mediante tornillo con aireadores, e inodoros con descarga parcial o total.
Se aprovecharán las fuentes naturales de agua, reduciendo así el consumo de las aguas municipales. Es así como aprovecharemos aguas de superficie, pozos profundos, aguas de lluvia y aguas recicladas. Además, hemos eliminado el uso de agua potable para riego, usando agua de lluvia y reciclada.
Lograremos ahorros superiores al 20% del consumo de agua promoviendo el uso de aparatos sanitarios de bajo consumo y/o sin consumo de agua. Asimismo, se diseñó un sistema separativo de conducciones de agua, es decir, potable o no potable, según se requiera.
VMV: En cuanto a la utilización efectiva de la energía y a la búsqueda de fuentes renovables, qué se ha logrado?
DFU: La producción del 10% de la energía requerida será a través de fuentes alternativas.
Asimismo, se utilizarán luminarias de menor consumo y máxima regulación, entre otras medidas.
VMV: Para que una construcción sea sostenible y se reduzca al máximo su huella de carbono, debe utilizar productos de la región y en lo posible con materiales reciclados. ¿Tuvo esto en cuenta el nuevo Hospital?
DFU: ¡Claro! Utilizamos materiales, en la medida de las posibilidades, de nuestro mercado y de la región (provenientes de un radio no mayor a 800km), cuyo origen es sostenible. Asimismo, usamos materiales de fuentes renovables o provenientes de procesos de reciclado y reutilización. Todos los materiales son de alta durabilidad y reducido mantenimiento. Asimismo, la madera del proyecto es certificada y proviene de bosques cultivados.
VMV: Al hablar de un hospital VERDE se piensa inmediatamente en la calidad del ambiente interior y en la desmitificación del concepto de ambiente “oscuro” y lúgubre de las instituciones hospitalarias. ¿Cómo cambiará este concepto la nueva sede?
DFU: La idea es garantizar el confort, la salud y el bienestar de los ocupantes con medidas como el monitoreo permanente de los niveles de dióxido de carbono y de las condiciones del aire. Además, se respetarán los límites en la utilización de los VOC y habrá sistemas de monitoreo del aire acondicionado y de la humedad ambiente, buscando el confort térmico.
Cada área específica tendrá sistemas individuales de control de iluminación y aire acondicionado fácilmente operable, beneficiando la productividad y la salud. Habrá una máxima iluminación natural para los espacios y ventanales para disfrutar del verde que rodea el Hospital.
Equipo de diseño y construcción
Además del arquitecto Diego Fernando Uribe, formaron parte de esta ambiciosa obra el médico (por parte del hospital) que concibió el proyecto y es hoy su director: el Dr. Guillermo Valencia.
El grupo con el que se realizó el diseño está conformado por las firmas Condiseño, Arco de Colombia y el asesor LEED AP de Perkins + Will de USA. Además participó un grupo de diseñadores técnicos especializados en todos los subsistemas. Por su parte la construcción se ha desarrollado con la firma AIA y la interventoría la ha hecho Ingeniería Estructural.
Sobre Diego Fernando Uribe: Es Arquitecto, con postgrados en urbanismo, restauración y patología estructural. Ha coordinado proyectos sobresalientes en la ciudad de Medellín como son el Museo de Antioquia y la Plaza Botero, y el Centro Internacional de Convenciones de Medellín.