Recientemente la Economist Intelligent Unit, una unidad de análisis independiente que pertenece al grupo de la Revista The Economist, junto con la empresa de tecnología Siemens, realizaron un estudio en Latinoamérica para evaluar las principales ciudades de la región en temas medioambientales. Este informe fue titulado Índice de Ciudades Verdes de América Latina.
Para realizar dicho estudio, se tuvieron en cuenta ocho categorías: Energía y CO2; uso de la tierra y edificios; transporte; desechos; agua; saneamiento; calidad del aire y gobernanza medioambiental.
Las ciudades evaluadas en este Índice fueron: Buenos Aires (Argentina), Brasilia, Porto Alegre, Sao Paulo, Rio de Janeiro, Curitiba y Belo Horizonte (Brasil); Santiago (Chile); Bogotá y Medellín (Colombia); Quito (Ecuador); Ciudad de México, Monterrey, Puebla y Guadalajara (México); Lima (Perú) y Montevideo (Uruguay).
Para informar a nuestros lectores sobre los principales hallazgos en materia medioambiental de las ciudades analizadas, a partir de esta semana Vida Más Verde comenzará una serie de artículos en los que haremos un resumen de los puntos más sobresalientes del Índice en cada urbe. En esta entrega comenzaremos con las ciudades colombianas Bogotá y Medellín.
¿Cómo están las ciudades colombianas en el tema de transporte?
Bogotá sobresale por la implementación del Transmilenio, el sistema masivo de transporte de la ciudad, que consta de buses de tránsito rápido (BRT por sus siglas en inglés Bus Rapid Transit) movilizados con gas natural. La ciudad cuenta con una “red relativamente extensa de transporte masivo” según indica el Índice. Sin embargo, el estudio no tuvo en cuenta la eficiencia de éste, ni todos los problemas que ha presentado desde su implementación.
Según el informe, Bogotá cuenta con una de las redes de ciclorutas más largas del mundo, pues su extensión es de más de 300 kilómetros. Esta iniciativa de la ciudad es de resaltar, pues está promoviendo el uso de transporte alternativo y muy sostenible ya que es cero contaminante.
Continuando en esta misma categoría, ahora nos podemos desplazar hacia la otra ciudad colombiana: Medellín. La ciudad cuenta con el metro, que es el eje central del transporte masivo, y además ha implementado un transporte incluyente de metro cable que llega a los barrios marginales, y que está siendo imitado en ciudades de la región con topografía similar. Adicionalmente, cabe destacar que Medellín en los primeros meses de 2012 inauguró la primera flota de buses BRT que se conecta con algunas estaciones del Metro y que utiliza gas natural para movilizarse. Este hecho no aparece registrado en el informe ya que éste fue realizado entre el 2010 y 2011.
Para finalizar, es de anotar que ambas ciudades cuentan con el sistema de pico y placa, el cual fue implementado para descongestionar el tráfico en las horas de alta circulación de automóviles. Aunque esta medida ha servido en cierta manera, el Índice dice que a las ciudades todavía les falta promocionar e incentivar la medida del carro compartido por dos o más personas y que éstos deben gozar de carriles exclusivos. En la parte de transporte masivo, a ambas ciudades también les falta un sistema integrado de precios.
Medellín y Bogotá cuentan también con un sistema de ciclovías los domingos y festivos en los cuales son cerradas las vías principales de ambas ciudades, esto para incentivar el uso de la bicicleta como transporte sostenible y promover el ejercicio.
Bogotá se destaca en energía y reducción de CO2
Bogotá cuenta con una pequeña presencia industrial en su área urbana y además el 80% de la energía que consume es proveniente de fuentes hidroeléctricas. Por estas dos razones tiene un promedio de 40 kg de CO2 por persona por consumo de electricidad, mientras que el promedio del informe en esta categoría se ubica en 202 kg de CO2 por persona. Siguiendo con energías más limpias, la capital de Colombia recientemente logró que el 70% de su industria pasara de utilizar combustibles fósiles y calificados como sucios como el carbón y el diesel, hacia uno más limpio como es el gas natural.
La ciudad sabe que puede mejorar aún más su papel en esta categoría, por lo cual viene tomando otras medidas para seguir reduciendo las emisiones de CO2. Ejemplo de ello es el ingreso a las calles bogotanas de los buses de Transmilenio que se movilizan con gas natural, los cuales desplazaron a los antiguos que eran muy contaminantes. Adicionalmente, Bogotá adelanta proyectos en el relleno sanitario más grande de la ciudad, para utilizar todo el metano que produce y utilizarlo como bio combustible.
Medellín la ciudad con el mejor tratamiento de aguas del informe
Medellín viene trabajando desde hace varios años en el tema de tratamiento de aguas residuales. Allí se tratan el 95%, en comparación con el promedio que tiene el Índice en este ítem, que está en 52%. Para planes futuros, la capital del departamento de Antioquia se pone como meta lograr el tratamiento del 100% de las aguas residuales que recolecte.
Medellín tiene aún más para destacar en esta categoría, pues desde 1993 viene implementando medidas para descontaminar su río y hace poco recibió un reconocimiento por parte del Banco Mundial. El río actualmente cuenta con una planta para tratar sus aguas y se espera que para finales de 2012 esté terminada otra nueva.
Ambas ciudades colombianas deben mejorar aún varias problemáticas. En el caso de Bogotá, se debe tener una política de saneamiento de aguas más estricta, ya que está muy por debajo del promedio. También tiene una tarea pendiente en la calidad del aire que respiran sus ciudadanos.
Medellín por su parte, debe mejorar en energía y CO2, debido a que al ser una ciudad relativamente pequeña dentro del grupo que conforma este informe, consume mucha más energía de la que debería. También debe invertir más en la construcción de espacios verdes para sus habitantes, pues a pesar de ser una ciudad llena de árboles, todavía está rezagada en este ámbito.
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