En los medios de comunicación se oyen cada vez más noticias sobre legislaciones que prohíben la utilización de bolsas plásticas. Por qué esta insistencia en eliminarlas del planeta? Pues bien, no nos quedaríamos cortos en afirmar que las bolsas y envases plásticos enferman y hasta causan la muerte a miles de seres vivos.
El periodista y escritor chileno Ernesto Carmona, ha publicado un artículo en eco-sito.com.ar en el que nos cuenta sobre los efectos devastadores de la producción del plástico y nos cuestiona sobre el uso indiscriminado que le damos a este material. Reproducimos apartes del artículo, el cual nos parece de sumo interés para quienes nos preocupamos por el medio ambiente y sus repercusiones en nuestra salud.
Parecen estar contados los días de las bolsas plásticas. Ya 35 países prohibieron su uso y 9 naciones establecieron impuestos por consumirlas; otros 12 países consideran prohibirlas o gravarlas y 26 estados de EEUU introdujeron una legislación que regula su empleo.
La mayoría de los plásticos contiene sustancias químicas dañinas como BPA (Bisfenol A) y ftalatos, que resultan inseguros para el consumo o uso humano. Consumidores de todo el mundo emplean cada año millones de millones de bolsas plásticas no reutilizables, cuyo promedio de uso es de apenas 12 minutos, pero contaminan las aguas hasta la eternidad, sofocan humedales y enredan, enferman o matan animales.
Llegó el momento de sustituirlas
También afectan a la salud humana, porque grandes animales devoran pequeñas criaturas recargadas de plástico que se integran, a su manera, a la cadena alimentaria y la especie humana termina consumiendo alimentos basados en animales que han comido ciertas formas de plástico no-biodegradable que se fabrica a partir de un recurso no renovable como es el petróleo. Se estima que sólo para producir los 19 mil millones de bolsas plásticas usadas anualmente en California se requieren 3 millones de barriles de petróleo (477.000.000 litros). En todos los países llegó el momento de legislar sobre sustitutos del plástico.
La contaminación puede ser evitada sustituyendo los plásticos por otros materiales alternativos como bolsas reutilizables de paño, botellas de agua de acero inoxidable y otros sustitutos de madera, vidrio y metal. “¿Qué pasos tomaría Ud. para reducir el uso del plástico para preservar nuestro ambiente cada vez más crítico?”, preguntó Jim Ries, de la ONG “One More Generation”.
No es comida para nadie
Siempre que alguien compra cualquier cosa, termina en una bolsa de plástico, sean verduras, frutas y artículos a granel. “¿Sabía usted que el plástico es el artículo número uno que contamina nuestros océanos, además de las colilla de cigarrillos?”, pregunta Ries. “¿Sabía que simplemente cambiarse a bolsas de papel será mucho mejor para el ambiente debido a la cantidad de carbono que genera la producción de las bolsas plásticas?” A través del globo se consume un millón de bolsas plásticas por minuto. Cada habitante del planeta usa 150 bolsas al año. Y el número crece.
Los datos y cifras sobre los daños que causa el plástico son abrumadores: no solo son grandes productores de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que los añadidos usados en su producción a menudo son tóxicos y pueden entrar en lixiviación en la alimentación. La superficie plástica es químicamente atractiva para algunas de las peores toxinas del ambiente (bifenilos policlorados, o PCBs, y metabolitos de pesticidas). El plástico no es comida para nadie, pero más de 100.000 mamíferos marinos y tortugas, un millón de aves marinas e incontables peces mueren cada año por todo el mundo a causa de los desperdicios plásticos.
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