Foto: autospeedmarket.com
Es algo que se está convirtiendo en tema de discusión entre muchos expertos en este campo del transporte sostenible.
Recientemente, el Wall Street Journal publicó el trabajo de Bjonr Lomborg, escritor, profesor y ambientalista danés donde expone los motivos por los cuales los autos híbridos, considerados amigables al medio ambiente, podrían no serlo tanto.
Con base en un estudio realizado, los autos fabricados bajo esta tecnología están muy lejos de ser ‘cero emisiones´, como son conocidos.
Lomborg menciona siete argumentos principales que evidencian que los beneficios de los autos híbridos podrían estar fuera de base, tanto por las propias marcas de automóviles como las agencias de mercadotecnia y comunicación, en un afán de unirse a la tendencia verde.
Miremos los argumentos en los que se apoya el especialista:
1. La mitad de las emisiones producidas por un auto eléctrico provienen de la energía que produce el coche, específicamente la batería, de acuerdo a un exhaustivo análisis del ciclo de vida. Para cuando un auto eléctrico deja la fábrica, ya lleva a cuestas casi 13,500 kgs de emisiones de dióxido de carbono.
2. En contraste, la manufactura de un auto operado con gasolina consume un 17% del total de las emisiones que tendrá durante toda su vida útil. Producir un auto convencional consume sólo 6,350 kgs.
3. Un auto eléctrico promedio emite cerca de seis onzas de dióxido de carbón, por cada milla recorrida, lo cual es mejor que un auto convencional que emite cerca de 12 onzas. Pero aun así la producción del auto eléctrico supera por mucho las emisiones de la producción de un auto normal, lo cual equivaldría a que un auto eléctrico tuviera un acumulado de 80 mil millas de viaje.
4. Suponiendo que un auto promedio acumule 50 mil millas en su odómetro, el precedente que tiene de emisiones antes de siquiera dejar la fábrica hará que en total sume más kilogramos de emisiones que un auto operado con gasolina (derivadas de sumar las emisiones previas más las que se generen al conducirlo).
5. Incluso aunque el auto se maneje por 90 mil millas y el dueño se mantenga alejado de la electricidad generada por carbón, el auto generará emisiones por únicamente un 24% menos que su primo de gasolina. Lo cual está muy lejos del cacareado término “cero emisiones”. Durante toda su vida útil, un auto eléctrico será responsable de generar 8.7 toneladas de dióxido de carbón menos que un auto convencional.
6. Esas 8.7 toneladas podrían sonar como una enorme cantidad, pero no lo son tanto. De acuerdo a los cálculos científicos, una tonelada extra de dióxido de carbón causa un daño que cuesta aproximadamente 5 dólares reparar. Siendo muy optimistas, el dueño de un auto eléctrico le ahorrará al planeta (y a sí mismo) cerca de 44 dólares en daño al clima.
7- El gobierno de los Estados Unidos subsidia a los compradores de autos eléctricos con siete mil 500 dólares. En suma, más de cinco mil 500 millones de dólares en subsidios e incentivos van directamente a los manufactureros de autos, lo cual representa un trato muy poco atractivo para quienes pagan impuestos.
Esta es la posición de Bjonr Lomborg y dice que el problema está en la energía y los recursos empleados para producir el auto mismo, más que su consumo cuando ya esté por las calles.
¿Qué opinas de estos argumentos?
Con la información de: informador.com.mx
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