Es asombroso ver que a medida que pasan los años, el cambio climático ha traído consecuencias tales como fenómenos meteorológicos, la variación del clima, deslizamientos, escasez de agua y de alimentos y la presencia de insectos transmisores de enfermedades en zonas donde antes no existían.
En los últimos veinte años, la temperatura del planeta aumentó en 0,8 grados, una cifra mínima, casi insignificante, pero los estragos son impactantes.
Los científicos que siguen de cerca este fenómeno global, señalan que la temperatura del planeta podría aumentar en 2 grados, si continuamos con el ritmo de producción industrial y de consumo como hasta ahora.
Nuestra salud peligra
Las repercusiones sanitarias del cambio climático ya se están haciendo sentir: aumento del número de fallecidos por olas de calor en el mundo, aumento de los desastres y fenómeno meteorológicos, cambios en los patrones de lluvia (llueve en época distinta a la esperada) deshielo de glaciares, inundaciones y aumento de casos de enfermedades transmitidas por insectos como la malaria o el dengue.
El cambio climático tendrá profundas consecuencias negativas en algunos de los principales determinantes de la salud como los alimentos, el aire y el agua, según la Organización Mundial de la Salud.
Por eso países con una infraestructura sanitaria débil, serán las menos capacitados para prepararse y dar respuesta a los problemas que está generando el cambio climático. Este tipo de problemática, incrementa las muertes debidas al consumo de agua contaminada o por enfermedades generadas por un deficiente sistema sanitario.
Puede que parezca algo ya del común decir que tomemos conciencia de hacer un uso racional y eficiente del agua, pero no sobra cada día recordar que al poner un granito de arena al cuidado de nuestro planeta, ayudamos enormemente a evitar la contaminación de los ríos, lagos o mares, pues la contaminación que provoquemos finalmente redundará en nuestra propia salud.
Toma acción ahora!
Con la información de: rpp.com.pe
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