La industria solar ha cobrado mucha fuerza como fuente energética global, no solo por el avance o la innovación tecnológica que caracteriza a este sector, sino por convertirse en un motor clave para que los países renueven su política energética.
Cada vez se pretende utilizar el sol como fuente energética en muchos países, por medio de grandes plantas, creadas con el fin de abastecer de energía a muchos hogares y ser centros importantes de desarrollo. La planta de Lopburi, en Tailandia, es un ejemplo de ello.
Esta planta cuenta con 500,000 paneles que absorben la energía solar, que será traducida en electricidad para 70,000 viviendas de la región y se estima que evitará la producción de 52,000 toneladas de bióxido de carbono anual.
Con ello, Tailandia busca diversificar sus fuentes de energía renovable, abastecer su demanda doméstica y, en el futuro, expandir el modelo y oferta a países vecinos, lo que la convertiría en proveedor y centro de desarrollo regional.
Desde hace mucho tiempo las empresas asiáticas empezaron a invertir en energía solar y recientemente han diversificado sus operaciones globales en esta industria a través de esta planta en Tailandia, una de las más grandes del mundo.
«Las inversiones en proyectos solares de gran escala son más altas que las de fuentes fósiles, pero países como Corea, Filipinas, Japón y Tailandia, han establecido programas de apoyo para incentivar el crecimiento en esta industria”, señaló Krittayamon Paocharoen, experto del Banco Asiático de Desarrollo (ADB).
La tecnología solar fotovoltaica se posiciona como la fuente de generación con mayor crecimiento a nivel mundial y para un futuro no muy lejano el costo de la energía solar podría alcanzar un precio estable, según expertos.
Con la información de: CNNMéxico.com.
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