En la mayoría de casos, el vinagre es el rey de los limpiadores naturales, pero existen otros de ellos muy útiles y ambientalmente amigables para esas partes de nuestro hogar que retienen tanta suciedad y bacterias.
1. Encimeras de cocinas
Foto: i-cocinas.com
Salpicaduras, derrames y migas pueden acumularse, fomentando bacterias dañinas.
Bicarbonato de sodio y agua: Rocía la encimera con bicarbonato de sodio, luego frota con un paño húmedo o una esponja. Si tienes manchas, amasar el bicarbonato de sodio y el agua hasta formar una pasta y déjala por un tiempo antes de retirarla. Este método también funciona muy bien para los fregaderos de acero inoxidable, tablas de cortar, recipientes, refrigerador, tapas del horno y mucho más.
Desinfectante natural: Para eliminar los gérmenes sin productos fuertes, mezcla 2 tazas de agua, 3 cucharadas de jabón líquido y de 20 a 30 gotas de aceite de árbol de té. Rocíe o frote en los mostradores y otras superficies de la cocina.
2. Ventanas y Espejos
Foto: Howard Grey / Getty Images
En lugar de esos sprays, prueba esta solución altamente eficaz, simple para ventanas y espejos:
Vinagre blanco, agua y periódico: Mezcla 2 cucharadas de vinagre blanco en un litro de agua, y almacénalo en una botella rociadora. Rocía y luego frota con papel de periódico no con toallas de papel ya que causan rayas. Si no tienes vinagre o no te gusta su olor, puedes sustituirlo por jugo de limón diluido o soda.
3. Alfombras y Tapetes
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Mantener las alfombras limpias es menos desalentador de lo que piensas.
Sacude esas alfombras: Saca las alfombras afuera y sacúdeles el polvo y el pelo con una escoba.
Soda: Probablemente has escuchado el viejo adagio de que la soda funciona bien en manchas de alfombra. Pero tienes que atacar el desastre de inmediato. Quita cualquier sólido, luego vierte abundantemente soda en agua mineral con gas. Seca con un trapo viejo. La carbonatación de la soda lleva el derrame hacia la superficie.
Harina de trigo: Para grandes derrames, vierte harina sobre éste, espera de 5 a 15 minutos, y aspira la suciedad.
Limpiador de manchas: Haz tu propio limpiador mezclando 1/4 de taza de jabón líquido o detergente, con 1/3 taza de agua. Mezcla hasta que esté espumoso. Rocía y luego enjuaga con vinagre.
Para desodorizar: Espolvorea bicarbonato de sodio o almidón de maíz en la alfombra o tapete, usando aproximadamente 1 taza por habitación de tamaño mediano. Aspira después de 30 minutos.
4. Pisos de madera
Foto: Carlisle Wide Plank Floors
Los pisos de madera son hermosos, duraderos y agregan valor a tu hogar u oficina. Son fáciles de aspirar, pero no les va bien con el trapeador húmedo. Entonces, ¿cómo restaurar su brillo natural?
Vinagre: Prueba una solución de 1/4 taza vinagre blanco y 30 onzas de agua tibia. Viértelo en una botella de spray reciclado, a continuación, rocía en un trapeador o una toalla hasta que esté ligeramente húmedo. A continuación, limpia los pisos, alejando cualquier suciedad.
5. Desagües tapados
Foto: Istock
Desagües tapados en el lavabo o la bañera son una verdadera molestia, pero verter productos químicos tóxicos en ellos no es tan sabio. No sólo porque contaminan nuestros canales, sino porque algunos productos pueden causar quemaduras químicas y son muy peligrosos si se ingieren. ¿De verdad los quieres en tu casa?
Bicarbonato de sodio y agua en ebullición: Vierte 1/2 taza de bicarbonato de sodio en el desagüe, seguido por 2 tazas de agua hirviendo. Si eso no es lo que estabas buscando, ve por el bicarbonato de sodio con 1/2 taza de vinagre y cubre con fuerza, permitiendo que la efervescencia vigorosa de la reacción química disuelva la suciedad. Luego enjuaga con un galón de agua hirviendo.
6. Cubiertos
Foto: Mel Curtis / Getty Images
Los brilladores de plata comerciales contienen toxinas, y los fabricantes recomiendan no dejarlos en la piel por mucho tiempo. ¿De verdad quieres usar algo así sobre tus platos y cubiertos?
– Para los cubiertos de plata:
Papel de aluminio, agua hervida, bicarbonato de sodio y sal: Cubre tu lavaplatos con papel de aluminio y coloca los utensilios de plata oxidada. Vierte agua hirviendo, una taza de bicarbonato de sodio y una pizca de sal. Deja reposar durante unos minutos. El deslustre irá desapareciendo.
Pasta de dientes: Si no puedes sumergir tus artículos o te inclinas en pulirlos a mano, frota la plata oxidada con pasta de dientes y un paño suave. Enjuaga con agua tibia y seca. En lugar de pasta de dientes puede sustituirla por una solución de 3 partes de bicarbonato de sodio y 1 parte de agua.
– Para los utensilios de cobre:
Salsa de tomate: Para mantener tus ollas de cobre, sartenes y acentos brillantes y resplandecientes, prueba frotándolos con salsa de tomate.
Con la información de: thedailygreen.com
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