Es asombroso la infinidad de cosas que se pueden hacer con las botellas PET. Prácticamente son las reinas de la reutilización.
Un ejemplo de esto, es lo que hizo el Diseñador Garth Britzman, quien utilizó 1.500 botellas de plástico viejas, las cuales amarradas, suspendidas y rellenas con líquido de distintos colores, forman un interesante pabellón colorido.
El artista recibió el apoyo financiero de Fulbright Canadá y la Escuela Universitaria de Arquitectura, y en conjunto con la Universidad de los estudiantes de Nebraska gastaron un total de 200 horas en el proyecto.
Es un proyecto que busca estimular alternativas creativas para el reciclaje y la reutilización de materiales.
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Vía: taringa.net