Foto: Greenpeace
Es una afirmación que de alguna u otra manera, ha estado presente en multitud de estudios científicos en los últimos años, y que tomó recientemente más validez porque quien la pronunció fue la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para ser más precisos, fue la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés), la división de la OMS encargada de revisar qué sustancias ocasionan esta enfermedad y con qué seguridad se cree que lo hacen.
La IARC anunció que ha clasificado la contaminación ambiental en el nivel 1, el más alto en la escala, el de las sustancias sobre las que no cabe duda científica.
El estudio monográfico elaborado por la agencia, señala que en 2010 se produjeron 223.000 muertes por cáncer de pulmón en todo el mundo atribuibles a la contaminación. Las fuentes principales de este aire sucio son el transporte, la producción de energía, las emisiones industriales y agrícolas y la calefacción residencial. Es la primera vez que la IARC, que elabora lo que se conoce como la “enciclopedia de los carcinógenos”, estudia y clasifica la contaminación en general.
“Aunque la composición de la contaminación y los niveles de exposición varían radicalmente entre unas zonas y otras, las conclusiones son válidas para todas las regiones del mundo”, afirmó la IARC en una nota de prensa.
“La OMS ya califico el hollín del diésel como cancerígeno en junio de 2012. Si tenemos en cuenta que en nuestras ciudades la mayor causa de la contaminación del aire urbano es el tráfico rodado, la actuación de la OMS es muy coherente.”, recuerda Xavier Querol, investigador y experto en contaminación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la mayor institución pública dedicada a la investigación en España.
Según Querol, la OMS ha actuado para alertar a los políticos de que el tema es serio y que deben actuar para mejorar la calidad del aire.
Con la información de: sociedad.elpais.com
Deja un comentario