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Así no lo creas, los snacks son importantes. Los niños cada vez desean más calorías para alimentar su crecimiento y entretenimiento. El problema radica en que la mayoría que conseguimos para ellos, son procesados, demasiado insalubres o su objetivo es el de mitigar un poco el hambre. Esa es una de las razones por las que se debe pensar menos en snacks como aperitivos reales y más como mini-comidas.
Todo esto significa una oportunidad para darles alimentos como cereales integrales, frutas y verduras. A continuación se presentan algunas ideas convenientes de snacks saludables para que tengas en cuenta:
1. Batidos de fruta congelados
Snacks insalubres procesados son siempre una tentación para un padre ocupado. Pero hay algunas alternativas fáciles y saludables. Los batidos hechos con yogur y fruta pueden ser un dulce y gran regalo para los niños sin necesidad de azúcar procesada adicional, a la vez que empaquetan buenas dosis de fibra, antioxidantes y otros nutrientes. Si sabes que vas a estar demasiado ocupado para hacer un licuado a partir de cero, intenta arreglarlos con anticipación. También puedes encontrar buenos batidos en los supermercados. Sólo ten en cuenta que debido a los azúcares naturales de la fruta, no se trata de un alimento bajo en calorías, así que no abuses.
2. Yogur, kéfir u otros alimentos probióticos
Algo así como el 90 por ciento del ADN contenido en el cuerpo pertenece a diversas formas de bacterias y bacilos que ayudan a regular nuestra salud corporal. De hecho, las bacterias del intestino pueden desempeñar un papel importante en la determinación de tu peso corporal. La ciencia del «bioma humano» es relativamente nueva, por lo que los investigadores todavía están tratando de averiguar la mejor manera de fomentar un amplio, sano y diverso ecosistema interior. Sin embargo, hay algunos datos que indican que los productos lácteos cultivados y otros «alimentos vivos» pueden ayudar a estimular el sistema inmunológico de un niño a causa de sus propiedades probióticas. Así que trate de darles a tus hijos yogures orgánicos, kéfir u otros alimentos probióticos; asegúrate de revisar el contenido de azúcar. (Optando por yogur natural y añadiendo frutas, cereales o miel, es una manera de controlar la ingesta de azúcar).
3. Vegetales fritos
Es común hacerles «french fries» o papas fritas de vez en cuando a nuestros hijos pero en realidad, lo que se suele ofrecer es otra cosa. Se trata de «vegetales fritos” rebozados en harina de maíz que luego se cuecen en el horno hasta que estén crujientes. Puedes hacer esto con una gran variedad de verduras, desde zanahorias hasta calabacines, experimentando con la adición de hierbas o queso parmesano si quieres. Estos se pueden servir muy bien con una variedad de salsas bajas en grasa o salsa marinara también.
4. Panecillos de quinua
No hay absolutamente ninguna razón para que los panecillos de quinua solo sean para el desayuno. Ellos están llenos de proteínas de la quinua y los huevos, y la adición de un poco de espinaca significa que hay vitaminas saludables también. Trata de hornear algunos con antelación y luego refrigerarlos hasta que se necesiten.
Tomado y adaptado del artículo de Jenni Grover, MS RD LD para mnn.com
Jenni es una dietista registrada y co-fundadora de Realistic Nutrition Partners en Durham, Carolina del Norte. Ella se especializa en niños y nutrición materna y prenatal.